Cáncer de mama y suelo pélvico.

La semana próxima tenemos día mundial contra el cáncer de mama. Me han invitado a dar una charla, y estoy revisando los papers y últimos artículos. Hay evidencia, y hay mucha, pero no dejo de sorprenderme de lo mismo, ¿quieres que te cuente?

Segun la OMS, el cáncer de mama es el más común. En 2022, en todo el mundo se diagnosticaron 2,3 millones de casos de cáncer de mama en mujeres, y se registraron 670 000 defunciones por esa enfermedad.

Pero las cifras también nos cuentan que la supervivencia va en aumento.

Ya todos conocemos los tratamientos que se usan para el cáncer de mama: cirugía axilar o de mama, quimioterapia, radioterapia y medicación, ésta incluye los tratamientos hormonales.

Estos tratamientos son muy agresivos y por supuesto afectan a la calidad de vida de estas mujeres.

Los efectos secundarios más conocidos son: el linfedema, o edematización del brazo tras la cirugía de los vasos linfáticos, la fatiga, dolores o disminución de la sensibilidad en brazo, cuello o pecho, dependiendo del tratamiento, etc.

Y no podemos olvidarnos de los efectos secundarios derivados de la menopausia inducida por los tratamientos hormonales: sofocos, aumento de peso, insomnio, etc.

La reducción de estrógenos, va a provocar cambios en los tejidos, el colágeno, las mucosas, etc, pudiendo provocar en Síndrome Genitourinario de la Menopausia.

Posibles síntomas:

-Sequedad vaginal.

-Atrofia vaginal.

-Cistitis de repetición.

-Dolor en las relaciones sexuales.

-Vaginismo o imposibilidad para la penetración.

-Incontinencia urinaria de esfuerzo.

Muchas de las pacientes de cáncer de mama sufren estos molestos síntomas. Algunas de ellas mejoran tras el primer año de tratamiento, pero otras los arrastran en muy largo plazo.

Pero, ¿cómo podemos mejorar estos síntomas?

Cuida tus hábitos. El alcohol y el tabaco, son grandes enemigos de tu suelo pélvico y tu tracto urinario.

Bebe agua de manera abundante.

Realiza una dieta equilibrada.

Realiza ejercicio físico de manera habitual (unas tres veces por semana), el ejercicio físico mejora mucho la calidad de vida y tiene efectos muy positivos para nuestra esfera sexual.

-Realiza ejericiccios de suelo pélvico. Aprende a localizar, contraer y relajar esta musculatura, intenta introducirlo en tu vida diaria y en tu práctica deportiva.

Esto aumentará la irrigación de tu musculatura y te ayudará a mejorar el trofismo.

Introduce los abdominales hipopresivos en tu práctica deportiva. El suelo pélvico no trabaja solo, mejorar tu postura y tu respiración es fundamental para su mejora, y los hipopresivos pueden ayudarte mucho.

-Reconecta con tu cuerpo.

Puedes empezar observando tu vulva con un espejo, integrando tus genitales en tu esquema corporal de una manera amable y tranquila.

-Acude a fisioterapia de suelo pélvico. Desde la fisioterapia se realizarán técnicas como ejercicio especializado, terapia manual, masaje, técnicas comportamentales, etc. Tu fisioterapeuta te acompañará en este proceso enseñándote las técnicas más beneficiosas dependiendo del momento, para ayudarte a fortalecer tu suelo pélvico, mejorar el trofismo del tejido, elastificar el tejido, y también enseñándote técnicas que te acerquen a tu propio cuerpo.

¡No te conformes! Tu bienestar sexual importa.