1. Evita el estreñimiento. El estreñimiento es uno de los grandes enemigos de suelo pélvico. Si empujas durante la defecación, (maniobra de Valsalva), estás generando una gran presión en tu abdomen, empujando las vísceras pélvicas, estirando todos los tejidos de sostén y empujando al suelo pélvico hacia abajo, ¡justo lo que menos nos conviene en este momento!.
  2. Evita grandes cargas. No dejes demasiado peso en tu suelo pélvico, ahora tus tejidos de sostén están más vulnerables, no los pongas en un aprieto.
  3. Bebe agua, hidrátate. En este momento de recuperación de los tejidos, pónselo fácil y bebe agua en abundancia, al menos dos litros al día repartidos durante todo el día. Además, estarás ayudando a tu sistema urinario, e hidratando tus heces, facilitando el primer cometido: evitar el estreñimiento.
  4. Tras el parto, realiza respiración diafragmática siempre que puedas y después del tercer día, intenta hacer pequeñas activaciones suaves de suelo pélvico, intentando mantener la contracción unos 3 segundos.
  5. Ayúdate de la fisioterapia de suelo pélvico: tras 6 semanas si has tenido un parto vaginal, u 8 semanas en caso de un parto por cesárea, acude a tu fisioterapeuta de suelo pélvico para una primera valoración posparto.

En la consulta se te hará una valoración de todo el complejo abdomino-pélvico y del resto de tus estructuras: competencia abdominal, etc.

En esa misma visita, el profesional competente te indicará cómo retomar el ejercicio físico, de una manera y segura y respetuosa en esta etapa.

5 esenciales para cuidar tu suelo pélvico.

  1. Evita el estreñimiento. El estreñimiento es uno de los grandes enemigos de suelo
    pélvico. Si empujas durante la defecación, (maniobra de Valsalva), estás generando una
    gran presión en tu abdomen, empujando las vísceras pélvicas, estirando todos los tejidos
    de sostén y empujando al suelo pélvico hacia abajo, ¡justo lo que menos nos conviene
    en este momento!.
  2. Evita grandes cargas. No dejes demasiado peso en tu suelo pélvico, ahora tus tejidos de
    sostén están más vulnerables, no los pongas en un aprieto.
  3. Bebe agua, hidrátate. En este momento de recuperación de los tejidos, pónselo fácil y
    bebe agua en abundancia, al menos dos litros al día repartidos durante todo el día.
    Además, estarás ayudando a tu sistema urinario, e hidratando tus heces, facilitando el
    primer cometido: evitar el estreñimiento.
  4. Tras el parto, realiza respiración diafragmática siempre que puedas y después del tercer
    día, intenta hacer pequeñas activaciones suaves de suelo pélvico, intentando mantener
    la contracción unos 3 segundos.
  5. Ayúdate de la fisioterapia de suelo pélvico: tras 6 semanas si has tenido un parto vaginal,
    u 8 semanas en caso de un parto por cesárea, acude a tu fisioterapeuta de suelo pélvico
    para una primera valoración posparto.

En la consulta se te hará una valoración de todo el complejo abdomino-pélvico y del resto de
tus estructuras: competencia abdominal, etc.

En esa misma visita, el profesional competente te indicará cómo retomar el ejercicio físico, de
una manera y segura y respetuosa en esta etapa.

No es casualidad lo que la sociedad entiende de la Menopausia. ¿Qué va primero? ¿La medicalización del cuerpo de la mujer, el castigo de la sociedad a las mujeres por envejecer, el patriarcado, quizá…?

La menopausia, el embarazo, el posparto y la menstruación son símbolos de cómo como la sociedad trata a las mujeres desde un modelo totalmente masculinizado a través de la medicalización, la falta de escucha y básicamente el desprecio.

Si no es masculino, está enfermo, es malo y hay que acallarlo.

“La Menopausia es doblemente pecado”

A nivel biológico las mujeres salen del grupo de “las fértiles” En sociedades patriarcales, la capacidad de reproducción es la característica esencial y por supuesto, más valiosa que posee una mujer. Si ahora no soy de las fértiles, ¿en qué lugar me encuentro?

Lamentablemente, la identidad sexual de la mujer se construye a partir de la idea de que la ella es de el
objeto deseable y no el sujeto deseante. Las mujeres, especialmente las heterosexuales, entendemos la
sexualidad como una herramienta de satisfacción al otro, no como una herramienta para satisfacernos a
nosotras mismas. Pero, si he salido del grupo de las fértiles, si no me identifico como alguien deseable, ¿cómo voy a vivir mi sexualidad?
Mucho se habla de las causas hormonales, el déficit estrogénico que atenta contra la lívido de la mujer
en menopausia, pero revisar los factores sociales y psicológicos que operan en una mujer es igual de
importante, sino más.
George Clooney, Robert Redford, Pierce Brosnan son iconos de belleza a sus tantísimos años, una
prueba de que a los hombres se les permite envejecer, pueden llegar a ser atractivos después de los
40, pero ¿y nosotras? ¿qué referentes de mujeres maduras atractivas tenemos?
Y yendo más allá, ¿qué hace a un hombre atractivo o a una mujer atractiva? Cualidades como la
experiencia, las dotes de mando, la sabiduría, se perciben de manera muy distinta atribuidas en
hombres o mujeres. Siendo algo muy apreciable en los primeros y despreciable en nosotras, ¿quizá se
nos prefiera más inocentes y manipulables?
Mucho me temo que estas reflexiones son importantes para vivir de una manera sana, cada vez más
libres y, poco a poco, queriéndonos y valorándonos más, a nosotras mismas y a otras mujeres.
Especialmente las que trabajamos atendiendo a otras mujeres, sus necesidades y sus malestares,
debemos estar bien informadas y por supuesto, enfocar cada caso, cada síntoma con ese enfoque de
género.

Por un mundo más justo, igualitario y placentero.

La radiofrecuencia es una técnica agradable, no dolorosa que puede usarse para varios fines:

-Mejorar la calidad del tejido.

-Acelerar la recuperación de las cicatrices, evitando la aparición de la hipertrofia cicatricial.

-Disminuir la inflamación y el dolor

Pero, ¿cómo usamos la Radiofrecuencia en suelo pélvico?

ESTIMULACIÓN DEL TEJIDO.

Recuperación posparto.

Síndrome genitourinario de la Menopausia.

Prolapsos pélvicos.

Sequedad vaginal.

Atrofia vaginal.

CICATRICES.

Episiotomías.

Cesáreas.

Cirugía abdominal.

Post-abdominoplastia, post-labioplastia, etc.

Antiguas adherencias.

DISMINUCIÓN DE LA INFLAMACIÓN Y DOLOR.

Dolor pélvico crónico.

Endometriosis

Dolor menstrual.

Colon irritable.

Vulvodinia

Dolor en las relaciones sexuales.

Fisura anal.

Hemorroides.

Si necesitas más información, no dudes en contactarnos.

La semana próxima tenemos día mundial contra el cáncer de mama. Me han invitado a dar una charla, y estoy revisando los papers y últimos artículos. Hay evidencia, y hay mucha, pero no dejo de sorprenderme de lo mismo, ¿quieres que te cuente?

Segun la OMS, el cáncer de mama es el más común. En 2022, en todo el mundo se diagnosticaron 2,3 millones de casos de cáncer de mama en mujeres, y se registraron 670 000 defunciones por esa enfermedad.

Pero las cifras también nos cuentan que la supervivencia va en aumento.

Ya todos conocemos los tratamientos que se usan para el cáncer de mama: cirugía axilar o de mama, quimioterapia, radioterapia y medicación, ésta incluye los tratamientos hormonales.

Estos tratamientos son muy agresivos y por supuesto afectan a la calidad de vida de estas mujeres.

Los efectos secundarios más conocidos son: el linfedema, o edematización del brazo tras la cirugía de los vasos linfáticos, la fatiga, dolores o disminución de la sensibilidad en brazo, cuello o pecho, dependiendo del tratamiento, etc.

Y no podemos olvidarnos de los efectos secundarios derivados de la menopausia inducida por los tratamientos hormonales: sofocos, aumento de peso, insomnio, etc.

La reducción de estrógenos, va a provocar cambios en los tejidos, el colágeno, las mucosas, etc, pudiendo provocar en Síndrome Genitourinario de la Menopausia.

Posibles síntomas:

-Sequedad vaginal.

-Atrofia vaginal.

-Cistitis de repetición.

-Dolor en las relaciones sexuales.

-Vaginismo o imposibilidad para la penetración.

-Incontinencia urinaria de esfuerzo.

Muchas de las pacientes de cáncer de mama sufren estos molestos síntomas. Algunas de ellas mejoran tras el primer año de tratamiento, pero otras los arrastran en muy largo plazo.

Pero, ¿cómo podemos mejorar estos síntomas?

Cuida tus hábitos. El alcohol y el tabaco, son grandes enemigos de tu suelo pélvico y tu tracto urinario.

Bebe agua de manera abundante.

Realiza una dieta equilibrada.

Realiza ejercicio físico de manera habitual (unas tres veces por semana), el ejercicio físico mejora mucho la calidad de vida y tiene efectos muy positivos para nuestra esfera sexual.

-Realiza ejericiccios de suelo pélvico. Aprende a localizar, contraer y relajar esta musculatura, intenta introducirlo en tu vida diaria y en tu práctica deportiva.

Esto aumentará la irrigación de tu musculatura y te ayudará a mejorar el trofismo.

Introduce los abdominales hipopresivos en tu práctica deportiva. El suelo pélvico no trabaja solo, mejorar tu postura y tu respiración es fundamental para su mejora, y los hipopresivos pueden ayudarte mucho.

-Reconecta con tu cuerpo.

Puedes empezar observando tu vulva con un espejo, integrando tus genitales en tu esquema corporal de una manera amable y tranquila.

-Acude a fisioterapia de suelo pélvico. Desde la fisioterapia se realizarán técnicas como ejercicio especializado, terapia manual, masaje, técnicas comportamentales, etc. Tu fisioterapeuta te acompañará en este proceso enseñándote las técnicas más beneficiosas dependiendo del momento, para ayudarte a fortalecer tu suelo pélvico, mejorar el trofismo del tejido, elastificar el tejido, y también enseñándote técnicas que te acerquen a tu propio cuerpo.

¡No te conformes! Tu bienestar sexual importa.

Imagina que estás en medio de una cita o has quedado a cenar con unas amigas, o tienes una reunión en el trabajo… alguien dice una broma, tú te ríes a carcajadas y de repente ahí está, unas gotas de pis nada deseadas en el momento menos apropiado.

La Incontinencia urinaria es común, está muy extendida, pero recuerda: eso no significa que sea normal, es un signo de que algo no va bien. Y te adelanto que la incontinencia puede tener serias repercusiones en la calidad de vida, incluyendo la disminución de la autoestima.

¿Pero por qué tengo ahora pérdidas de orina? Te explico 4 razones por la que puedes haber desarrollado pérdidas de orina de esfuerzo.

  1. Debilidad de suelo pélvico. El suelo pélvico sirve de soporte a los órganos pélvicos y además forma los esfínteres. Si no tiene el suficiente tono, un aumento de presión extra en el abdomen, va a provocar que no soporte el peso y se produzca el escape.
  2. Tu sistema de presiones no está funcionando correctamente. Puede que tu suelo pélvico esté perfectamente de manera localizada, pero aún así no está funcionando. El suelo pélvico tiene que trabajar en coordinación con otros músculos dentro del CORE profundo. Si esto no ocurre, cuando aumente la presión en tu abdomen, tu suelo pélvico no estará listo para frenar la pérdida de orina.
  3. Distensión en los sistemas de soporte. Los embarazos, partos, los cambios hormonales, la menopausia, la práctica de deportes de impacto o simplemente el envejecimiento de los tejidos puede provocar que los sistemas de soporte se distiendan, provocando que no funcionen de manera óptima.
  4. Prolapso de órganos pélvicos. Un prolapso es un descenso de uno o varios órganos pélvicos. Este descenso dificulta la acción de los esfínteres, siendo la incontinencia urinaria una consecuencia muy común en estos casos.

Durante la Menopausia y la posmenopausia puede aparecer el temido “Síndrome Genitourinario”, que afecta tanto a la vulva, la vagina como al sistema urinario.

Según la Asociación española de Ginecología y obstetricia La prevalencia del SGM se sitúa en torno al 50% según una encuesta europea en mujeres postmenopáusicas (2) y aumenta con la edad (3).

Sin embargo, en estudios donde se ha establecido el diagnóstico de SGM la prevalencia es del 70% (4) o superior (5). En mujeres con al menos un síntoma vaginal de SGM, el diagnóstico se confirmó en el 90% de casos (3).

Síntomas más frecuentes:

-Sequedad vaginal

-Atrofia vulvo-vaginal

-Incontinencia urinaria

-Prolapso de órganos pélvicos

-Dispareunia o dolor en las relaciones sexuales

-Vaginismo o imposibilidad para la penetración.

La salud íntima puede verse mermada durante la menopausia y entonces, ¿cómo podemos mejorar nuestro suelo pélvico? Vamos de lo más general a lo más específico

Paso 1: HÁBITOS SALUDABLES-VIDA SALUDABLE

-Hacer ejercicio físico. Esta práctica te ayudará física-emocionalmente y también al funcionamiento de tu suelo pélvico, pero ¡ojo! si ya tienes síntomas, trabaja con un profesional que te guíe.

-Dieta equilibrada. Come vegetales de manera predominante, evita las grasas saturadas y los alimentos ultraprocesados, tu microbiota te lo agradecerá.

-Evitar el alcohol y bebidas excitantes.

-Evita el estrés, aprende a regularte. Prácticas como el yoga, el mindfulness, las actividades al aire libre pueden ayudarte a combatir el estrés.

PASO 2: SUELO PÉLVICO EN TU DÍA A DÍA

-Conoce tu suelo pélvico e introdúcelo en tu esquema corporal.

-Vigila los esfuerzos y aprende a compensar.

-Evita el estreñimiento.

-Bebe agua abundantemente y orina aproximadamente cada 3 horas.

-Evita las micciones preventivas.

-Usa hidratantes en la zona de la vulva.

PASO 3: SI APARECEN SÍNTOMAS: MOMENTO DE PEDIR AYUDA

Acude a ginecología o a tu fisioterapeuta de suelo pélvico.

La palabra menopausia significa: cese de los ciclos menstruales.

Es un momento importante dentro de la salud sexual de las mujeres, y debemos tener en cuenta que se ve en retrospectiva: podemos decir que estamos en menopausia contando un año tras el último sangrado menstrual.

La menopausia viene determinada por la disminución de hormonas sexuales: estrógeno y progesterona. En el día Internacional de la Menopausia, 18 de Octubre de 2024, la OMS determinó que Mil millones de personas rondarán la Menopausia en 2015.

Muchas, muchas personas. La media de edad está entre los 45 y 55 años a nivel mundial, 51 años en España.

Podríamos pensar que esta disminución de las hormonas es paulatina, sosegada y que culmina con el cese de la menstruación pero la mayoría de casos, no es ésto lo que ocurre.

Los cambios hormonales suelen aparecer entre 10 y 12 años antes de la Menopausia, y a este proceso lo llamaremos la Perimenopausia.

Durante la perimenopausia, la mujer se enfrenta a una fluctuación de estrógeno que puede ir de la mano de esos primeros síntomas.

La Doctora Lara Briden habla de una “Montaña rusa de estrógenos”, y es en esta época donde las mujeres pueden empezar a tener los primeros síntomas:

-Aumento del flujo menstrual

-Dolor e hinchazón en las mamas.

-sofocos

-sudores nocturnos

-insomnio

-cambios de humor

La perimenopausia comienza de 5 a 10 años antes de la Menopausia, y finaliza un año después de ésta.

Según la Dra Jerilyn Prior, “las mujeres necesitan saber que la perimenopausia finaliza con otra etapa más amena y más tranquila que es la menopausia”

Durante la Menopausia, la producción de estrógenos y progesterona va a ser mucho menor, pero no nula, a menos que hablemos de una Menopausia quirúrgica o inducida.

Esa disminución de estrógenos va a tener diferentes efectos sobre nuestro cuerpo, y en algunos casos pueden aparecer otros síntomas como:

-Aumento de peso.

-Aumento de masa grasa

-Disminución de masa muscular.

-Disminución de masa ósea, pudiendo llegar a la Osteopenia o la Osteoporosis.

En cuanto a la salud íntima, en la Menopausia y Postmenopausia, las mujeres pueden experimentar síntomas a nivel uro ginecológico.

La Menopausia es el cese natural de los ciclos menstruales, pero ¿cómo llegamos a ese momento? ¿Es en la menopausia cuando aparecen los temidos síntomas?

Perimenopausia: se inicia de 5 a 10 años antes de la Menopausia. Empiezan los cambios en los ciclos menstruales: duración, frecuencia, síntomas, cantidad de sangrado.

En este momento hay una fluctuación de las hormonas sexuales, estrógeno y progesterona, lo que la doctora Briden llama: la Montaña rusa del Estrógeno.

Muchos autores consideran que la perimenopausia finaliza un año después de la Menopausia, ya que aún existe fluctuación hormonal.

Durante la perimenopausia, pueden aparecer los primeros síntomas, y en muchas ocasiones, los más molestos: aumento del dolor y flujo menstrual, sofocos, insomnio, sudores nocturnos, etc.

Menopausia: momento preciso dentro del ciclo natural de las mujeres, es el día en el que cumple un año que no tienes sangrado, como ves, se ve en retrospectiva.

Climaterio: proceso por el cual la mujer pasa de la fase reproductiva a la no reproductiva (comprende la perimenopausia y la Menopausia).

Posmenopausia: comienza un año tras la Menopausia. Y podemos diferenciar los dos primeros años; posmenopausia temprana, y tras ello la posmenopausia tardía.

La posmenopausia viene determinada por esa disminución casi completa de las hormonas sexuales, que tiene efectos en el hueso, con esa disminución de la densidad ósea, el músculo, ansiedad e insomnio.

Durante esta fase, es más común que aparezcan síntomas uroginecológicos, tanto la incontinencia urinaria como dolor en las relaciones sexuales, el llamadosíndrome genitourinario de la Menopausia. link suelo pélvico y menopausia

Si te encuentras en este proceso y quieres seguir aprendiendo sobre tus ciclos, sígueme en redes sociales: @fittyfem

La menopausia es una etapa natural en la vida de todas las mujeres, pero trae consigo una serie de cambios hormonales que afectan diversas áreas de la salud, entre ellas, el suelo pélvico. Con la disminución de los niveles de estrógeno, los músculos y tejidos del suelo pélvico se ven debilitados, lo que aumenta el riesgo de desarrollar problemas como la incontinencia urinaria, el prolapso y la disfunción sexual. Cuidar de esta zona durante la menopausia es fundamental para mantener la calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo.

¿Por qué el suelo pélvico se ve afectado durante la menopausia?

Durante la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que afecta negativamente la elasticidad y el tono muscular de los tejidos del suelo pélvico. El suelo pélvico está compuesto por un conjunto de músculos y ligamentos que sostienen los órganos internos, como la vejiga, el útero y el recto. Cuando estos músculos se debilitan debido a la falta de estrógeno, pueden surgir problemas como la incontinencia urinaria, el prolapso de órganos pélvicos o la disminución del tono vaginal, que afectan la funcionalidad y bienestar de las mujeres.

Además, durante la menopausia, la sequedad vaginal es común debido a la falta de estrógeno, lo que puede causar molestias durante las relaciones sexuales y contribuir a una función inadecuada del suelo pélvico. Por ello, es esencial realizar un seguimiento especializado y adoptar hábitos que ayuden a prevenir estos problemas y mantener la salud pélvica.

Estrategias para cuidar el suelo pélvico durante la menopausia

1.Ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico

Uno de los métodos más efectivos para cuidar el suelo pélvico durante la menopausia es realizar ejercicios de Kegel, que consisten en contraer y relajar los músculos de esta zona. Estos ejercicios ayudan a fortalecer el suelo pélvico, mejorando su capacidad para sostener los órganos internos y prevenir problemas como la incontinencia urinaria y el prolapso. Para realizar los ejercicios correctamente, es importante identificar los músculos del suelo pélvico y hacer contracciones suaves y controladas durante 5 a 10 segundos, repitiendo 10 veces por serie.

2.Mantener un peso saludable

El exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre el suelo pélvico, lo que aumenta el riesgo de desarrollar disfunciones como la incontinencia urinaria o el prolapso. Mantener un peso saludable no solo es beneficioso para todo el organismo, sino que también ayuda a reducir la sobrecarga en los músculos pélvicos. Adopta una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y fibra, para mantener un peso adecuado y promover una digestión saludable.

3.Uso de lubricantes y tratamientos para la sequedad vaginal

La sequedad vaginal es una molestia común durante la menopausia, que puede dificultar las relaciones sexuales y afectar la salud del suelo pélvico. El uso de lubricantes vaginales a base de agua o productos específicos para la menopausia puede aliviar estos síntomas y mejorar la comodidad durante las relaciones. Además, algunas mujeres pueden beneficiarse de cremas o supositorios vaginales con estrógeno, que ayudan a restaurar la humedad vaginal y mejorar la elasticidad de los tejidos.

3.Evitar actividades que aumenten la presión intraabdominal

El aumento de la presión intraabdominal, como ocurre al levantar objetos pesados o realizar esfuerzos excesivos durante el ejercicio, puede perjudicar la salud del suelo pélvico. Practicar una correcta técnica al levantar pesas, evitar el estreñimiento (mediante una dieta rica en fibra) y evitar hacer esfuerzos innecesarios es fundamental para proteger esta zona. De igual manera, la práctica de ejercicios que no sobrecarguen el suelo pélvico, como caminar o nadar, puede ser una excelente opción.

Conclusión

Durante la menopausia, cuidar el suelo pélvico es esencial para prevenir disfunciones como la incontinencia urinaria, el prolapso y la disfunción sexual. Adoptar hábitos saludables, como realizar ejercicios de Kegel, mantener un peso saludable y tratar la sequedad vaginal, puede marcar una gran diferencia en el bienestar de las mujeres. No dudes en consultar con un especialista para obtener un plan personalizado que te ayude a mantener una salud pélvica óptima durante esta etapa de la vida.